Rehacer movimientos en los juegos de mesa: Qué permito y por qué

Es inevitable cometer errores jugando. Si no queremos fastidiar la partida, podemos rehacer nuestra última jugada. Pero ¿En qué circunstancias es correcto hacerlo? No queremos darnos ventajas indebidamente ni tampoco ser inflexibles. Yo utilizo una serie de reglas para determinar si se debe rehacer o no el último movimiento. Veámoslas.

REHACER

Antes de empezar debemos hacernos una pregunta: ¿Por qué permitir rehacer jugadas? Cometer errores es algo natural. Jugar bien exige habilidad y atención y saltarse las reglas puede tener efectos indeseados. Rehacer jugadas puede abrir la puerta, incluso, a hacer trampas de forma no intencionada. ¿Por qué no aceptar simplemente nuestros errores?

Al fin y al cabo, una de las razones para ser estricto con las reglas es evitar que se comentan errores en el futuro. Pero no creo que esto funcione en la práctica. Al contrario, creo que aumenta el número de partidas frustradas. Y creo que, si se hace de forma adecuada, rehacer jugadas no abre la puerta a hacer trampas.

No permitir rehacer jugadas empeora la experiencia de juego. Podemos echar a perder la partida por todo tipo de tonterías, como jugar cartas en un orden distinto o confundir una pieza con otra. Contar mal u olvidarnos de una regla puede hacernos perder el control y volver inútil a nuestra estrategia.

No creo que nuestra experiencia de juego merezca ser destruida por olvidarnos algún pequeño detalle. Quiero que los juegos se decidan por decisiones difíciles y por elegir malos aliados, no por tecnicismos. Para mí, permitir rehacer jugadas es una forma de asegurarse que la experiencia se centra en lo importante de cada juego.
También me sorprende ver que el jugón medio es más estricto que mis rivales de torneo. Nadie me ha dicho que no a rehacer una jugada de Netrunner o Leyenda de los Cinco Anillos, pero sí que me ha pasado con partidas casuales de juegos de mesa. No creo que haga falta ser tan estricto cuando se juega por diversión.

Al fin y al cabo, rehacer jugadas no significa que todo dé igual. Seguimos siendo responsables de hacer que el juego funcione y de ser justos con nuestros oponentes. Rehacer movimientos no debe convertirse en una excusa para jugar mal. Por ello sigo una serie de reglas que determinan cuándo es correcto hacerlo.

REGLAS

Mi postura es la siguiente: Permito rehacer jugadas siempre y cuando el jugador no haya obtenido información nueva. ¿Qué significa eso?

  • No se han revelado ni cartas ni fichas, ni se han tirado dados.
  • No hemos visto la jugada o reacción de nuestro oponente.

A esto añado dos excepciones:

  • Cualquier información que sólo penalice a la persona que pide rehacer no es impedimento (P.ej. Enseñar más cartas de tu mano)
  • Rehacer la jugada debe de ser sencillo. Si hay que cambiar muchas cosas prefiero asumir el error.

Me gustan estas reglas porque son fáciles de entender y no conllevan ninguna ventaja injusta. Si cogimos madera en vez de piedra, no pasa nada por cambiarlo. De la misma forma, no se crean conflictos, pues la ventana para retractarse termina en el momento que otros podrían verse afectados.También creo que todos los jugadores son responsables del correcto funcionamiento del juego. Es un error, tanto desde el punto de vista de las reglas como de la deportividad, no recordar a los demás sus acciones obligatorias. También creo que es mejor advertir a los demás jugadores de la posibilidad de pifiarla a dejarles y tener una mala partida.

Aun así, siempre pido permiso a los demás antes de rehacer un movimiento. Creo que es lo correcto, como puede serlo el pedir perdón por tirar un dado al suelo. Promueve lo importante que es ser justos y pasarlo bien con los demás.

EJEMPLOS

Como puede ser difícil imaginarse cómo funcionan mis reglas en la práctica, permitidme mostraros algunos ejemplos de qué permitiría o no y por qué.

Un jugador usa una carta cuando quería jugar otra.

Como no se ha obtenido nueva información, simplemente recupera la carta y juega la que quería.

Dos jugadores muestran cartas a la vez, pero uno se ha equivocado.

Al contrario que en el ejemplo anterior, ya hemos visto la jugada de nuestro oponente. Rehacer en este caso es difícil y nos arriesga a distorsionar la partida, así que no lo permitía.

Un jugador se olvidó de coger una moneda al comienzo de su turno.

Mantener el juego es responsabilidad de todos los jugadores. Permitiría al jugador coger su moneda siempre y cuando hacerlo no afecte a los demás.

Un jugador contó mal y no dispone los recursos necesarios para investigar en Las Ruinas Perdidas de Arnak, lo que le saca de la partida.

Si este tipo de errores se ven tarde, no suele ser posible arreglarlos. Nuestro jugador (completamente ficticio) ha de aceptar su derrota y conformarse con quejarse de forma sutil en uno de sus artículos.

Un jugador colocó un trabajador en una casilla ocupada, una jugada ilegal.

Si el error se reconoce inmediatamente, reharía la jugada. Si no, aceptaría el error y seguiría la partida como si nada. Es muy difícil rehacer un turno entero.

Jugando a un cooperativo con límites a la comunicación (como Hanabi o La Tripulación) un jugador enseña la carta equivocada a su compañero.

Siendo estrictos, deberíamos jugar la carta equivocada. No hemos ganado nueva información, pero nuestro compañero sí lo ha hecho. Alternativamente, podemos hacer un poco de trampas y rehacer la jugada.

A fin de cuentas, el objetivo de rehacer jugadas es tener una mejor partida. Espero que mis reglas os ayuden a pasarlo mejor jugando y tener un poco más claro qué tipo de errores son fáciles de solventar.

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