Llevo coleccionando juegos toda mi vida. Se nota, no en el tamaño de mi ludoteca, sino en que, a veces, me arrepiento. A lo largo de los años he adquirido cientos de juegos, muchos de los cuales jamás he llegado a disfrutar. He desperdiciado mi dinero, llenado mis estanterías de morralla e, incluso, me he engañado pensando que lo disfrutaba más de lo que lo hacía en realidad. Hoy confieso todos los errores que cometí coleccionando juegos para que tú no tengas que cometerlos también.
Categoría: Editoriales
Editoriales y artículos de opinión por el crítico Erik Twice. Descubre los secretos del mundo de los juegos, sus creadores y la comunidad.
«Los juegos son cosa de niños»
«Los juegos son cosa de niños». Da igual lo equivocada que nos pueda parecer esta afirmación; ha marcado el pasado, presente y futuro del mundo lúdico. De hecho, me atrevo a decir que es la creencia más influyente en su historia. Desde quién forma parte de la audiencia hasta la forma en la que se trata la violencia, todo acaba volviendo a este prejuicio.
Antes me gustaba construir. Ahora prefiero la violencia
Siempre he sido de esos a los que les gusta construir. Fuera cual fuera el juego, invariablemente me he centrado en acumular recursos, expandirme y atacar como último recurso. Pero, según ha ido pasando el tiempo, me he ido volviendo más agresivo. Primero empecé defendiéndome, a veces, de antemano. Luego fui haciendo pequeñas incursiones, por si acaso. Al final, acabé siendo el primero en atacar. Y me encanta.