Hay más juegos en la saga 18XX que años en el siglo XIX. Con tantos títulos entre los que elegir y lo similar de sus nombres, puede ser difícil saber qué juegos son los más adecuados para un principiante.
Tras ayudar a varios grupos de novatos a introducirse en la saga, hay cuatro juegos que recomendaría para empezar a jugar. Pero ninguno es perfecto. Cada uno tiene sus pros y sus contras a tener en cuenta antes de jugar.
1830: RAILROADS & ROBBER BARONS
1830 sigue siendo uno de los mejores juegos de la saga. Mediante unas reglas muy simples consigue reflejar el capitalismo tan agresivo que impulsó el desarrollo de los ferrocarriles de Estados Unidos. Es duro, emocionante y muy divertido. Si bien no se encuentra entre mis favoritos, es un juego interesante y extremadamente influyente.
Es difícil equivocarse con 1830. Como el resto de la ludografía de Tresham, es un juego elegante. Es más profundo y tiene mayor variedad estratégica que sus variantes, incluso las más recientes. Pero también tiene varias trampas para novatos, tanto en la subasta inicial como a la hora de iniciar una nueva compañía. La textura estratégica de 1830 no se encuentra en las reglas. Esto hace de él un juego interesante, pero también presenta un obstáculo para los jugadores menos experimentados.
1830 necesita al menos cuatro jugadores y es algo más largo que sus competidores. Una de sus mejores características es que hacer que una compañía pague dividendos de forma consistente es una buena estrategia. Sin embargo, esto también exige una duración de unas cuatro horas en vez de las tres de sus sucesores. No temas dar por terminada la partida antes de tiempo.
No es difícil encontrar copias de 1830. El juego es independiente del idioma y ha sido publicado por varias editoriales importantes. Podemos comprar un ejemplar de la versión de Lookout o Mayfair por entre 40 y 60€. Hay hasta una vieja versión de PC con una buena inteligencia artificial si no nos importa trastear un rato con Dosbox.
1889: HISTORY OF SHIKOKU RAILWAYS
Esta variante japonesa es esencialmente el mismo juego que 1830 llevado a un mapa más pequeño. Ambos juegos siguen el mismo estilo, la principal diferencia es que 1889 puede jugarse con tan sólo 3 jugadores y en un tiempo más corto. Ambos juegos tienen un estilo similar. Sus reglas son prácticamente idénticas ¡Incluso los trenes son los mismos! Muchos juegos intentan reducir 1830 a un tamaño más pequeño y 1889 es uno de los pocos que logran hacerlo sin perder el atractivo del original.
1889 pierde algunos de los aspectos más interesantes de 1830; las compañías no son tan dispares y las losetas son más sencillas. Pero, pese a ser menos ambicioso, 1889 sigue siendo un juego estratégicamente rico. Se puede ganar consiguiendo mayores dividendos, invirtiendo en las acciones adecuadas o gestionando mejor la obsolescencia de los trenes. Es un buen juego. Si te es difícil jugar a 1830, 1889 es la mejor forma de aproximarlo.
Un detalle que me desagrada es que los trenes se atascan a menos que los jugadores se sienten a negociar. Como 1889 usa los mismos trenes que 1830 pero tiene una compañía menos, no hay suficientes huecos disponibles como para que salgan los diésel de forma natural. Si bien la negociación es mi género favorito, no me resulta atractiva en los 18XX. Tampoco me parece intuitivo para el jugador novato, que suele tener miedo a dar pasos tan drásticos.
1889 fue publicado por DTG, una pequeña editorial, pero es difícil de encontrar copias. Afortunadamente, está disponible para imprimir de manera gratuita y no es demasiado difícil hacerlo. Otra editorial, Grand Trunk Games, ha anunciado una próxima edición mediante Kickstarter con valores de producción más altos.
1825 UNITS 1, 2 & 3
¿Sabes que hay un 18XX que dura menos de dos horas, tiene reglas más sencillas que Brass y se puede jugar con tan sólo dos jugadores? 1825, un remake del primer juego de la saga, es una de las mejores formas de iniciarse en el género. Es uno de mis favoritos y pertenece a una rama diferente de la familia, más centrada en gestionar nuestra cartera de inversiones.
Al contrario que su hermano americano, 1825 no dispone de mecánicas de manipulación bursátil. El juego se centra en montar la ola de beneficios, robando trenes de compañías improductivas para alimentar a la tuya. No hay bancarrota y se puede dejar la presidencia en manos del mercado. Es un juego truculento, pero suave. Una buena combinación para principiantes.
1825 es más sencillo que otros juegos de la saga, pero cuida mucho cada detalle. La construcción es más exigente de lo normal pues es habitual operar varios trenes a la vez. El mercado de acciones es muy activo y la malversación de fondos está a la orden del día, pues las consecuencias son muchísimo más pequeñas.
Desgraciadamente, las copias de 1825 existentes fueron hechas a mano por un Francis Tresham anciano. Son caras y difíciles de encontrar. Si fuera reeditado profesionalmente, creo que sería la mejor forma de empezar a jugar. Pero, hoy por hoy, puede que sea más fácil buscar una copia de 1830.
18CHESAPEAKE
18Chesapeake fue diseñado con el único objetivo de ser un juego introductorio. Al igual que 1889, toma las características de 1830 y las traslada a un mapa más pequeño. Pero, al contrario que su predecesor japonés, se esfuerza por limar los bordes más ásperos del original.
18Chesapeake dispone de una mecánica que hace que los trenes avancen, incluso si los jugadores no lo hacen por sí mismos. La subasta inicial es más suave y diseñada para inyectar más variación en cada partida. Y me gusta mucho el mapa, que supera con mucho el estático terreno de 1830. Son ventajas importantes para un juego de introducción. Pero 18Chesapeake es demasiado blando a veces y eso tampoco ayuda a los jugadores menos experimentados.
Para mí el principal defecto de 18Chesapeake es el mercado de valores. Es demasiado pequeño y las compañías tocan fondo muy rápido. A veces es imposible manipular el mercado o cambiar el orden de operación de las compañías. Con tan pocas oportunidades – y recompensas – los novatos lo tienen más difícil para aprender y el juego resulta menos interesante.
Al fin y al cabo, el juego agresivo es divertido. Es el motivo por el que tantos quieren probar un 18XX. Todos queremos contar la historia de cómo los trenes se quedan obsoletos antes de que salgan del taller y cómo arruinamos a un rival tirándole una compañía sin trenes. Lo que odian los novatos no es la bancarrota, sino mover trenes arriba y abajo sin que pase nada emocionante. 18Chesapeake es un gran juego introductorio, pero es menos interesante que otros juegos del género.
18Chesapeake lo publica una editorial llamada All Aboard Games. Cuesta 100$ más gastos de envío, un precio alto incluso para un 18XX. La calidad de producción es alta, pero creo que es más importante gastarse ese dinero en fichas de póker que en ilustraciones un poquito mejores.
JUEGOS A EVITAR
No todos los juegos de la saga son adecuados para el jugador inexperimentado, incluyendo algunos diseñados para este fin. Me gustaría hacer una última mención a ciertas recomendaciones populares con las que no estoy de acuerdo:
18AL – Otra pequeña variante de 1830. Limitaciones como sólo poder comprar un tren por turno hacen que sea menos interesante que 1889 o 18Chesapeake.
18CZ, 1862: Railway Mania in the Eastern Counties – Estos son juegos complejos, con varios tipos de compañías, fusiones, subastas y más. 18CZ tiene variantes introductorias, pero sigue siendo un juego fundamentalmente complejo y creo que no es la forma ideal de iniciarse en la saga.
18Lilliput, City of the Big Shoulders – Estos juegos no son parte de la familia 18XX propiamente dicha. Usan mecanismos distintos, como la colocación de trabajadores y la selección de acciones. Tampoco son tan sencillos. De hecho, City of the Big Shoulders se parece más a los euros barrocos que a la sencillez de diseño de Francis Tresham.
1800 – No te molestes en imprimir este juego. Difiere demasiado de los demás juegos como para ser una buena herramienta de aprendizaje y es atroz en términos propios. Me arrepiento de haberle dedicado mi tiempo.
1846: The Race for the Midwest – 1846 simplifica algunos detalles de la saga. No hay pueblos, ni precio de par ni manipulación bursátil. Pero sigue siendo más complejo que todos los juegos anteriores y también muy diferente. La capitalización parcial es una mecánica difícil, usada por pocos títulos y que dificulta el juego a los novatos.
Gracias por la entrada
De nada Sergio, para eso estamos 🙂
Capitalización parcial: podrías explicar un poco mas esta mecánica y que te refieres ?
Los 18XX se pueden dividir según la forma en la que las compañías de trenes reciben dinero. Esto es, la mecánica de «capitalización».
La mayor parte usan lo que se llama «capitalizacion total». Esto es, cuando se han vendido 6 acciones, la compañía recibe todo su capital de golpe. Pero hay otros, como el 1846, que usan la «capitalización parcial». En vez de recibir el dinero de golpe, vas recibiendo sólo cuando se vende una acción. Y esto parece más intuitivo pero tiene cosas que no lo son. Por ejemplo, es una mecánica que castiga invertir en las empresas de los demás (porque les das dinero). Este tipo de sutilezas son más difíciles para los novatos y creo que es más fácil caer en trampas con este tipo de capitalización.