OutRun 2 SP ★★★★★

OutRun 2 SP busca la perfección. Desde su banda sonora pasando por cada una de sus curvas, todos sus elementos trabajan al unísono para crear una experiencia idílica. Atravesando bellos paisajes mientras derrapamos a más de doscientos kilómetros por hora, disfrutamos de una realidad utópica donde conducir es una experiencia insuperable.

HISTORIA

OutRun tuvo varias secuelas en los 80 y 90. Ninguna tuvo a Yu Suzuki, su creador, al mando y no consiguieron igualar la calidad del original. Hicieron falta 17 años, las fuerzas combinadas de dos veteranos de SEGA – Daichi Katagari y Makoto Osaki – y al propio Suzuki como productor para hacer una secuela merecedora de tal legado. Mereció la pena, OutRun 2 SP es uno de los mejores juegos de conducción de la historia.

OutRun evita todo realismo. La vida real es incapaz de representar la experiencia ideal de conducción. Conducimos a gran velocidad a través de un tráfico acelerado, derrapando en curvas tan exageradas que el coche se mueve perpendicularmente a la carretera. Desde las soleadas costas de España, pasando por los campos de tulipanes de Holanda y las ruinas de Petra, cada lugar es precioso y único.

El manejo del coche es suave, pero preciso. Se puede derrapar dándole un leve toque al freno y luego girando el volante en la dirección de la curva. Pero es un derrape alegre. Se puede hacer fácilmente a cualquier velocidad y controlarse tanto en duración como en ángulo. Podemos colarnos entre el tráfico y rascarle segundos al reloj.

Sin embargo, derrapar también reduce nuestra velocidad. No siempre es la mejor forma de tomar las curvas. Acercarse lo máximo posible al borde manteniendo ambas manos sobre el volante es difícil, pero importante. Incluso cuando es obligatorio realizar derrapes a una gran velocidad, saber cuándo y cómo es vital. No sólo vale con derrapar, tenemos que hacerlo con gracia y elegancia.

Como en el original, OutRun 2 SP tiene varios caminos a seguir. Cada nivel nos da la opción de tomar dos salidas, una más fácil que la otra. Una partida entera dura unos cinco minutos, algo más de uno por pantalla. El diseño de niveles es impresionante, haciendo que merezca la pena repetirlos una y otra vez hasta que los atravesemos con gusto.

Es este diseño de niveles lo que separa a OutRun 2 SP de otros juegos de conducción. Ni siquiera Gran Turismo o Ridge Racer pueden compararse en calidad. Cada curva, recta y chicane es todo un lujo. Tiene una densidad de acción que sólo se encuentra en otros títulos de recreativa. Es llevar el diseño de niveles a cotas que otros juegos ni intentan.

De hecho, una gran parte de este diseño es el propio tráfico. No es aleatorio, sino que forma parte de una coreografía por parte de los diseñadores. Una pequeña inteligencia artificial controla su movimiento y nos hace hueco para pasar. Derrapar entre el tráfico es una experiencia emocionante que un circuito normal no nos podría dar.

REBUFO

La mecánica de rebufo es un ejemplo perfecto de la profundidad del juego. Siempre que nos acercamos a otro coche, la velocidad del nuestro aumenta levemente. Para el jugador casual, esto es una oportunidad de serpentear entre el tráfico para ganar velocidad. Promueve que nos acerquemos a los obstáculos para después esquivarlos, lo que es muy divertido.

Pero el rebufo también es clave a la hora de puntuar. OutRun 2 SP es el único juego de carreras que conozco con un sistema de puntuación tan detallado. Cada coche al que adelantamos nos da un número determinado de puntos, número que se dobla si vamos a rebufo y que se divide entre dos si chocamos o nos salimos de la carretera.

Otra nueva mecánica es el modo Infarto, en el que hemos de impresionar a nuestra novia cumpliendo con sus caprichos. Desde derrapar hasta echar carreras contra rivales y empujar una pelota de playa gigante, este modo valora el dominio técnico a la vez que es alegre y divertido de jugar.

Lo mejor de todo es que todas estas mecánicas no son necesarias. Son capas adicionales que dan más profundidad a un juego de por sí bueno. El diseño de niveles y el manejo del coche son suficientes. Una vez derrapamos por las curvas de los Alpes en un Ferrari, vemos una lluvia de estrellas caer sobre Cabo Cañaveral y subimos las empinadas cuesta de Satorini, no hace falta más.

BELLEZA

OutRun 2 SP sigue siendo espectacular pese al paso de los años. Como siempre, una buena dirección artística vence allí donde la tecnología fracasa. Es una experiencia holística donde las sensación de las mecánicas y el bello mundo virtual que se extiende ante nuestro coche son todo uno. Puede que otros juegos tengan mejores gráficos, pero OutRun 2 SP tiene mejor carácter.

Cuando llevamos un tiempo sin chocarnos, el conductor saca el brazo del coche y se apoya contra el. Las gaviotas nos acompañan si vamos a buen ritmo y los sonidos de cada Ferrari, ya sea en arena o pavimento, han sido capturados a la perfección. Cada meta tiene un final gracioso, como en Hang-On y el primer OutRun.

Todo esto, por supuesto, con una grandísima banda sonora. Magical Sound Shower, Splash Wave y Passing Breeze vuelven junto con nuevas canciones y remixes, incluyendo una fantástica serie de variantes de Turbo OutRun. La música es un gran acompañante en esta experiencia idealizada.

Sin embargo, hay dos manchas negras en los intentos de OutRun 2 SP por alcanzar la perfección. La primera es la gente de cartón. La segunda y más grave es el emplazamiento publicitario. Bajar por un bellísimo cañón y ver el logo de Vodafone es descorazonador. Es ver cómo el márquetin se infiltra en una utopía.

El juego también sufre de problemas de disponibilidad. Por sus dificultades de obtener licencias no hay puertos para ninguna consola actual y ninguna tienda lo ofrece para PC. Si bien sigue siendo una máquina común en las recreativas y su adaptación OutRun 2006: Coast 2 Coast para PC, PS2 y Gamecube es fácil de encontrar, no es lo ideal.

Aun así, son problemas menores que no restan a la experiencia de juego. Aún hoy, con los juegos de carreras arcade cada vez más alejados en el tiempo, OutRun 2 SP sigue brillando fuerte. Es tan fácil de disfrutar como siempre y, 18 años más tarde, sigue siendo uno de mis títulos favoritos.