En los 13 años desde su publicación, Battlestar Galactica: El Juego de Tablero se ha convertido en un clásico de culto. Desgraciadamente su destino estaba unido al de la serie en la que se basa. Una vez perdida la licencia, el juego perdió el apoyo de su editorial. Ahora vuelve como Insondable, con unas mecánicas ligeramente diferentes y ambientado en el mundo de terror de H.P. Lovecraft. ¿Cuál es mejor, y por qué?
EXPANDIR EL ORIGINAL
Insondable es una reimplementación fidedigna de Battlestar Galactica y sus expansiones. Siempre cercano al material original, se separa únicamente en aquellas ocasiones en las que puede solventar sus defectos más conocidos. Si hubiera sido publicado con la misma ambientación, lo consideraríamos una segunda edición más que un juego completamente distinto.
Sus principales cambios buscan una experiencia de juego más coherente. Ahora, todas las acciones tienen lugar en una sola nave en vez de varias. Ya no estamos obligados a tomar roles unidimensionales como el de piloto, sino que todo el mundo puede participar en la lucha contra los monstruos. Ante todo, los traidores se quedan en la nave cuando se revelan y pueden sabotearla directamente en vez de repetir las mismas dos o tres acciones desde lejos.
También se ha mejorado el equilibrio del juego. Todos los espacios inútiles del tablero han sido eliminados o, al menos, mejorados. Todas las cartas son útiles y la Orden Ejecutiva, que daba un turno a otro jugador, ya no es tan potente. Son detalles importantes, pues Insondable toma elementos de las tres expansiones de Galáctica que, a veces, no encajaban del todo con el juego base.
Por ejemplo, la sala de máquinas de Pegasus permitía viajar más rápido, dando una mayor profundidad al juego. Sin embargo, también actuaba de escudo para la nave principal, haciendo más difícil perder. Gracias a la incorporación de esta sala desde un primer momento, Insondable consigue captar uno de los mejores aspectos de la expansión a la vez que evita sus defectos.
La única mecánica de Battlestar Galactica que echo de menos es la posibilidad de hacer un salto interestelar antes de que la flota esté lista. Esta medida de emergencia, que ponía en riesgo la vida de hasta un tercio de la humanidad, crea momentos memorables. Desgraciadamente, esta mecánica no encaja en el mundo de Lovecraft por lo que es comprensible su ausencia.
UNA NUEVA PERSPECTIVA
En Battlestar Galactica muchos efectos tienen como objetivo a los propios jugadores. El resultado de una crisis puede mandarnos a la cárcel, hacernos descartar o incluso obligarnos a mostrar nuestro rol al Presidente. Estas consecuencias fomentan la paranoia, pues elegir a la persona equivocada puede ser desastroso para nuestro equipo. Así, forman parte de la carga temática de Galáctica, como la confianza y el sacrificio.
En total, cuento 21 cartas de crisis con este tipo de efectos, casi la mitad del mazo. Sin embargo, sólo 8 de las 70 cartas de Insondable son de esta manera. Además, la mitad de ellas sólo se activan si está en juego un personaje determinado, lo que reduce su frecuencia. No es el único cambio, el Guardián del Tomo no puede enviar a gente a la cárcel como sí podía su equivalente de Galactica.
Esto representa un cambio de perspectiva. Insondable está más centrado en las acciones del tablero que Galactica. Es más cooperativo y repeler a los enemigos que asedian la nave es mucho más importante. De hecho, es más difícil para los humanos y saber quienes son los traidores no es suficiente para evitar que nos hundamos en la mitad del Atlántico. Si bien la gestión es una parte importante de ambos juegos, pesa más en el remake.
El problema es que ahí no es donde radica la emoción del juego. Lo mejor de ambos juegos es el debate, el suspense y la traición constante. Pese a sus muchas mejoras, Insondable no hace mucho por estos aspectos. Es más elegante y, en conjunto, un título mejor diseñado, pero no más emocionante ni perspicaz.
Aun así, este tipo de efectos siguen presentes en el juego. Uno de los personajes es capaz de mandar a otro a la cárcel e Ishmael Marsh mira los roles ocultos de la misma forma que lo hacía Gaius Baltar en Galactica. Los objetos nos dejan ser un poco más egoístas y el mejorado equilibrio del juego hace que sea más difícil descubrir a los traidores. Sin embargo, el menor número de situaciones dramáticas demuestra que Insondable no es completamente superior al juego original.
AMBIENTACIÓN
Además de sus diferencias mecánicas, Insondable supone un cambio de ambientación. Inspirándose en La Sombra sobre Innsmouth de H.P. Lovecraft, sustituye la nave espacial por un crucero transatlántico y los robots por «híbridos» acuáticos. Desgraciadamente, este cambio responde más a las necesidades comerciales que a las artísticas, para el detrimento del juego.
El problema principal es que Battlestar Galactica era una serie política mientras que el terror de Lovecraft es personal. Esto es, lo horrorizante de Innsmouth no es que haya peces que se hagan pasar por humanos, es el miedo a convertirse en una especie inferior. Incluso si ignoramos el racismo subyacente, se trata de una temática poco adecuada para un juego centrado en la política, la paranoia y la limitación de libertades civiles en pos de la seguridad.
Insondable intenta compensar mediante un diverso elenco que incluye personajes sordos, albinos y no-binarios, varios de los cuales tienen trasfondos relacionados con el racismo, el colonialismo o los prejuicios. Desgraciadamente, esto los convierte en rebeldes y no en las figuras de autoridad que reflejan las mecánicas. Sea como fuere, creo que intentar hacer un juego progresista basado en Lovecraft y los años 20 está destinado a fracasar. La propia naturaleza de su ambientación se opone a ello, por muchas minorías que incorporemos a la historia.
Pese a todo, Insondable sigue representando una mejora respecto a Battlestar Galactica. Sus mejoras mecánicas y mejor equilibrio son suficientes como para compensar los defectos que introduce frente al original. Dicho esto, no es una diferencia muy grande. Si ya tuviera el original, vería escasos motivos para sustituirlo por la nueva versión. En el fondo, el aspecto más importante de Insondable no son sus cambios, sino la forma en la que revive un clásico de los juegos de mesa.