“Acción logarítmica”. Así fue como Sega definió a Gain Ground, su híbrido de estrategia y acción en 1988. Y, cuanto más lo juego, más correcta me parece la definición. Gain Ground combina la fría lógica de la estrategia con la ardiente tradición de acción arcade. Es un juego único, gratificante e incomprendido.
Cuando la larga Guerra de Ōnin (1467-1477) acabó sin un claro vencedor, Japón entró en un espiral de conflicto y guerra. Con el poder del sogunato en ruinas y el emperador relegado a rol púramente ceremonial, señores locales conocidos como daimios luchaban por conseguir influencia y tierras, anhelando reunificar el país bajo su puño. Es una época romántica, atormentada y de cambio en el que una nueva meriotocracia consiguió derrocar un rígido orden social que hasta entonces, se creía intocable. Entre el poder de las tradiciones, la traición y el olor de la pólvora se encontraba la oportunidad de definir un país y elegir su destino por los siglos venideros.
Sphere of Influence, la decimocuarta entrega de la serie Nobunaga’s Ambition, te deja revivir esa oportunidad.