La batalla contra Rojo es uno de los combates más importantes y épicos de la historia de Pokémon. Es la batalla final, el último desafío de la segunda generación y también el combate más difícil de todos.
Pero de entre todos los motivos por los que este combate es tan memorable hay uno que destaca por encima de todos: Su contexto.
El combate contra Rojo es único en cuanto a que no forma parte de la historia principal. De hecho, no es posible siquiera atisbarlo sin haber derrotado anteriormente a todos los líderes de gimnasio, al Alto Mando e incluso a Lance, el campeón. Es posible, puede que hasta probable, haberse enfrentado a todos los demás entrenadores del juego antes de enfrentarse a él.
Pero, al contrario que ellos, no es obligatorio luchar contra él. Una vez derrotado el Alto Mando y superado al campeón, el juego puede darse por completado. El jugador ya es, para todo propósito, un maestro Pokémon y su largo entrenamiento ha concluido.
Enfrentarse a Rojo es sólo posible cuando ya no queda nada por demostrar. Es por esto que el combate no tiene lugar ni en un estadio ni en un gimnasio ni en ningún otro lugar que otorgue algún tipo de reconocimiento oficial. Es una lucha en una montaña remota donde nadie puede veros. Si luchas contra él es por lo que puede significar para ti, no por los demás.
No podemos olvidar que éste es uno de los temas sobre los que trata el juego. El protagonista es un niño que crece y madura según se va enfrentando al mundo que existe más allá de su pequeño pueblo natal. Con este combate, Satoshi Tajiri, el diseñador del juego, nos recalca que lo importante no son ni la fama ni los Pokémon, sino el enriquecimiento personal.
Porque ¿Quién es Rojo? Rojo no es tampoco un entrenador normal sino el protagonista del primer juego de la serie. Es, por tanto, una versión del jugador, una versión del pasado, con más experiencia. Es quien aspirabas a ser cuando comenzaste el primer juego y ahora te enfrentas a él, para superar tus propias expectativas.
Su propio equipo lo refleja. Sus Pokémon son, como cabe de esperar de alguien que ha jugado durante mucho tiempo, de un nivel más alto que el resto de los entrenadores del juego y reflejan la aventura que ha recorrido. Comienza con un Pikachu, porque es la mascota de la serie, y sigue con Charizard, Blastoise y Venusaur, porque son las formas evolucionados de los Pokémon iniciales de la primera generación.
A ellos se les une un Snorlax, que no sólo era de los Pokémon más poderosos del primer juego sino también una parte de la historia principal pues su voluminoso cuerpo bloqueaba el paso en el juego original. Por último (y dependiendo de la versión) Rojo tiene un Espeon o un Lapras, representando la línea evolutiva de Eevee y el Pokémon que más asociamos con la máquina oculta Surf, respectivamente.
Pero al reflejar la experiencia del jugador también se refleja la experiencia del primer jugador de todos: Su diseñador. Es bien sabido que la afición de Tajiri por coleccionar insectos y por los videojuegos le sirvió de inspiración para crear Pokémon.
El caminar sólo por el bosque, el explorar ciudades en bicicleta y aprender sobre biología e insectos fueron una gran parte de su niñez. La aventura de Rojo en el primer juego de la saga es la aventura de su diseñador. De hecho, «Satoshi» es uno de los nombres que el juego da por defecto y el nombre del protagonista del anime en Japón.
Pero también hay otra influencia importante y esa es su experiencia como diseñador. Cuando Tajiri comenzó a trabajar en el juego, los ejecutivos de Nintendo desconfiaban de la capacidad de su equipo de crear un juego tan complejo y le asignaron a un veterano diseñador como supervisor. Este diseñador veterano era Shigeru Miyamoto, creador de Mario y Donkey Kong.
A Tajiri le impresionó trabajar junto a Miyamoto. Sentía que estaba teniendo la oportunidad de trabajar con un verdadero experto, con alguien que ya había conseguido su sueño de ser un gran diseñador. El sentir que trabajaba con alguien que siempre iba dos pasos por delante fue lo que llevó a la creación de Azul, tu rival. Al igual que con «Satoshi», «Shigeru» es uno de los nombres por defecto de la edición japonesa del juego y también el nombre del rival en el anime.
El primer juego acaba con Rojo venciendo a Azul, finalmente alcanzándole y consiguiendo su sueño. Un sueño que Satoshi consiguió en la vida real, produciendo uno de los juegos más populares de la historia de Nintendo. El alumno supera al maestro, tanto en el juego como en la vida real.
Y ahora, cuando tú te enfrentas a Rojo, tú también tienes esa oportunidad. Puedes superarle como él hizo con otros. Ahora es tu historia y tu batalla final.