Si tan sólo pudiera quedarme con un juego de mi ludoteca, sin duda sería Cosmic Encounter. Ningún otro título representa mejor todo lo que aprecio de nuestro medio. Es divertido, desafiante, profundamente social. Cuando lo juego, siempre me río, y, gane o pierda, salgo sintiéndome enriquecido por la experiencia. Caótico e irreverente, no me cabe ninguna duda de que es uno de los mejores juegos de todos los tiempos. Seguir leyendo »
Creo firmemente que Cosmic Encounter es uno de los mejores juegos de la historia. Sin embargo, no todo el mundo lo ve así. Muchos lo han probado y han tenido una experiencia horrible. Por ello, he decidido escribir una guía, no sobre estrategia, sino sobre cómo disfrutar al máximo del juego desde la primera partida.
Cosmic Encounter es uno de los juegos más divertidos a los que he jugado. Pero son muchos los que han tenido una primera mala experiencia. Piensan que el juego es azaroso y que lo único que sirve es tener mejores cartas en mano. Dicen que todos los jugadores se quedan a cuatro colonias y que la victoria se decide por puro azar. Y, claro, no le ven sentido al juego.
Si esto te suena, es posible que estés abusando de las alianzas. En este artículo explico por qué se ha de tener cuidado con ellas y el efecto que tienen en el juego.
Las razas alienígenas más poderosas del universo pugnan por la supremacía en Cosmic Encounter. Una de ellas, Chronos, tiene el poder de volver atrás en el tiempo y obligar al oponente a repetir una batalla. Otra, Zombie, tiene naves inmortales y Mutante siempre se queda con 8 cartas en mano, robándolas del mazo o sus oponentes si hiciera falta. El alienígena más extraño de todos, Esquizoide, cambia las condiciones de victoria del propio juego y obliga a los demás a adivinarlas.
Comparado con el resto de alienígenas del juego, no sólo parece débil sino que parece hasta contraproducente. ¿Para qué querrías dar cartas a tu oponente? ¿No es algo que le va a ayudar? Muchos jugadores primerizos nunca le dan una oportunidad, pensando que es un poder «de broma» o que todo lo que puede hacer es ayudar a un aliado.
Pero se equivocan. No sólo es un alienígena fortísimo, sino uno manipulador e insidioso. Mejor aún, es un gran ejemplo del diseño de juegos.